Resaca poselectoral en Alemania
Después de una de
las campañas electorales más aburridas de la historia alemana, la semana
después de las elecciones sí que su tiene marcha: Por poco, Mamma Merkel no se
lleva la mayoría absoluta en la cámara baja (5 escaños le faltaban) y tiene que
salir a buscar pareja para gobernar. Su socio FDP, los liberales, no han
superado la barrera del 5 % y no estarán en el nuevo parlamento. Todo un trauma
para un partido que siempre ha estado presente los últimos 60 años en la
política alemana, 46 de ellos participando en el gobierno dando la mayoría al
mejor postor. Por algo se llaman liberales. El INEM alemán abre oficinas
especiales para acoger todo una pyme que se va al paro: 93 parlamentarios con
su enclenque- asistentes, asesores, secretarias y ayudantes, en total unas 600
personas que de repente se tienen que enfrentar al mercado laboral de la vida
real. Les sentará bien. Abundan chistes al estilo: ¿Qué tiene en común la
cerveza Ambar con la FDP? Respuesta: “!el 4,8%!” HaHaHa.
Pero la Merkel se
ha quedado sin pareja política y los posibles candidatos miran al cielo
silbando como si el asunto no va con ellos. Rojos y verdes se pasan la pelota
como una patata caliente y se deshacen en cortesías: “Nono, Ustedes primero, no
faltaría más” le dicen los verdes a los rojos. “Gracias,” les responden los
rojos, “pero ahora el turno es vuestro”…
Es que las perspectivas son aterradores: del 2005 al 2009, la SPD hacía
de pareja del gobierno de Merkel y a pesar de un buen trabajo pierde un 11,2 %
de los votos en las elecciones del 2009, bajan del 34,2% en 2005 a un bajo
histórico del 23%. Se marchan con el culo quemado y la Merkel se casa con los
liberales, ellos entonces con un 14,8 % de los votos en el bolsillo. Después de
4 años de matrimonio, la FDP cae fulminado, pierde un 10 % y se quedan fuera
del Parlamento, posiblemente la eliminación política definitiva de un partido
carente de perfil. Será permitido
comparar a la Merkel con aquellas arañas, las viudas negras, que devoran al
macho después de aparearse, políticamente hablando. Lo que está claro, que el
abrazo con aquella líder con cara de ama de casa aburrida rompe las costillas a
todo aquel que se atreva. ¿Y ahora qué? En las tertulias políticas de la
televisión en vez de analistas políticos se invitan gerentes de agencias de
matrimonio para que le ayuden a la novia encontrar pareja.
De momento han
dimitido las cúpulas directivas tanto de la SPD como de los Verdes, para
reorganizarse como dicen, pero también para ganar tiempo para lamerse las
heridas y plantearse alguna estrategia frente a la situación. La SPD ya ha
dicho que no decidirá nada sin consultar con las bases del partido, a los
Verdes pocas ganas se les ve de ser el siguiente que cae fulminado en la sombra
de Frau Merkel. Y desde luego, el que se apunte, ¿que pedirá a cambio? Media
docena de ministerios, como poco. Desde luego, esta victoria histórica le
saldrá caro a la Mamma para poder formar gobierno.
Entre tanto jaleo
ha pasado desapercibido una pequeña noticia: En Hamburgo, junto a las
elecciones generales han sometido a referéndum si la ciudad debe de
(re)-comprar la red eléctrica de distribución a las compañías eléctricas. La
gente ha votado que sí, para alegría de la gente con instalaciones fotovoltaicas.
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