Notas
de un emigrante XIV
Echando
chispas 1
Ahora
sé cómo se reconoce la llegada de la primavera en Alemania: Es
cuando el alemán coge las botellas de cerveza de la caja en el
garaje y las guarda en el frigorífico. Pues es entonces cuando debe
de ser primavera. El sol brilla -por su ausencia, como en todo el
invierno. El ambiente se llena del ronroneo de las motos que dan sus
primeros paseos primaverales, igual que las abejas que tímidamente
salen de sus colmenas, si es que no llueve.
El
Instituto Fraunhofer acaba de publicar los datos de la producción
eléctrica con placas fotovoltaicas del 1° trimestre 2013: 3.250.000
Mwh se han vertido a red. Estoy impresionado, no es moco de pavo. Y
eso en el invierno más oscuro desde hace 60 años. Deben de
funcionar mejor las placas con el cielo nublado de lo que yo pensaba.
Pero todo hay que decirlo: Alemania tiene instalado a fecha de fin de
marzo una potencia fotovoltaica de nada menos que 33,4 GW, más
incluso que la energía eólica, que suma 30 GW. Para que se
entienda: 1 GW son 1000 MW, la potencia media de una central nuclear.
En España está actualmente conectado a red un total de potencia
fotovoltaica de 4,3 GW, menos de lo que se instaló en el año 2012
en Alemania.
Por
mucho que se intente despreciar la fotovoltaica en España, (que es
cara, que es inmadura, como canta el Sr. Galán en cada ocasión que
se le presente) a nivel mundial sigue avanzando a paso ligero. En el
2012 se superaron los 100 GW instalados y todos los analistas del
mercado coinciden, que para el año 2016 se habrá superado la
barrera de los 200 GW. Un crecimiento del sector del 15 % anual se
interpreta como un año malo...
Parece
mentira que España, el país más agraciado de Europa con esta
materia prima gratuita e inagotable de energía solar esté dando la
espalda a esta tecnología. Pero no es mentira, es verdad y es de
juzgado de guardia. No es ignorancia, ni dejadez – es programa e
intención. El argumento
„ES
QUE LA FOTOVOLTAICA SALE MUY CARO“
es
tan falso como popular. Se lo creen hasta mis más cercanos amigos.
Vamos
a dejar claro una cosa:
LO QUE SALE CARO AL CIUDADANO NO ES
LA FOTOVOLTAICA,
SINO LAS LEYES QUE SE HICIERON PARA
REGULARIZARLA
Lo
voy a explicar:
Las
dos leyes que regularizaron la movida fotovoltaica en España, eran
el RD 436/2004 y el RD 661/2007. En ambos casos consta que se
invitaron expertos alemanes para compartir su experiencia con el
exitoso EEG alemán que abrió el camino a la fotovoltaica en el
terreno de la producción eléctrica.
Entonces
se venían Fritz y Otto de Berlín, con sus carpetas y su portátil
en el maletín. Fritz, con notable soltura en el español, presento
un PowerPoint resumiendo los datos claves de la ley alemana. Los más
destacados eran:
- 20 años de garantía de cobro de la prima,
- estabilidad jurídica (degresión anual en la prima para nuevas instalaciones)
- facilidades de gestión administrativa para pequeñas instalaciones en casas unifamiliares y
- unas primas muy diferenciadas para pequeñas y grandes instalaciones. Entonces, una instalación solar en una casa típica, de 5 o 10 kW de potencia recibía 56 ct€, las huertas solares grandes la mitad, 28 ct/€, ya que su coste de inversión era considerablemente más barato.
Pues
sí, los RD se orientaban en la experiencia alemana, pero cambiando
algún detallito:
- 25 años de garantía de cobro de la prima. Es extraño, ya que debido a la mayor radiación solar en España, 15 años de garantía habría sido más que suficiente para asegurar una amortización holgada. Lo lógico eran 5 años menos, no 5 años más.
- Una huerta solar de 10 MW cobraba casi la misma prima que una instalación pequeña en una casa unifamiliar (42 ct€ la grande y 46 ct€ la pequeña). Es este el detalle que encarece la factura de las primas para el consumidor español.
- No había facilidad alguna para las pequeñas instalaciones de particulares. La misma tramitación administrativa para un equipo de 5 kW en una casa que para una huerta de 10.000 kW.
El
resultado es el que conocemos: Las huertas fotovoltaicas construidas
antes del septiembre 2008 se llevan gran parte de las primas.
Instalaciones en casas particulares escasean, son meramente
testimoniales. En grandes campañas mediáticas se le echaba la culpa
del déficit tarifario a la fotovoltaica y el votante está de
acuerdo que esto se tiene que acabar.
Sólo
los autores de los RD 436 y 661 saben a ciencia cierta cuáles eran
los motivos de tales modificaciones. Sobre todo las primas exageradas
para las huertas grandes dan de pensar. Y no cuela que haya sido por
ignorancia. Fritz y Otto habían advertido sobre las consecuencias,
borrador de ley en la mano. Los demás solo podemos hacer
suposiciones y conjeturas: ¿tienen algo que ver las estrechas
relaciones del oligopolio eléctrico con la política? ¿La famosa
puerta giratoria entre ministerio y empresa? ¿Se diseñó así la
ley intencionadamente para poder poner luego el grito al cielo “¡que
cara la fotovoltaica!”, mientras los enterados se podían asegurar
unos pingues ingresos para 25 años? Esperemos que algún día uno de
los involucrados abra la boca para contar la verdad o que los
obliguen a hacerlo.