Ayer, sábado, estaba yo pasando la escoba por la acera y el trozo
de calle que corresponde a la casa donde vivo. Pues es que en Alemania esto es
tarea de los ciudadanos, no hay servicio de limpieza pública a no ser en los
centros de las ciudades. Aparte de ahorrar dinero tiene su punto pedagógico,
nadie tira nada, ya que eres tu mismo el que limpias tu trozo de calle. Da
hasta corte tirar una colilla, no vaya ser que te vea el vecino y te encorre
con su escoba… En eso, escobando, me acuerdo de
“SER LUZ”
Para los que no
lo saben: “SER LUZ” no es una secta de iluminación divina, tampoco un centro de
meditación trascendental, no, es el “Servicio de Limpieza Urgente de
Zaragoza”, vamos, los GEO de las cacas de
perro, para que nos entendamos. A nada que llama un ciudadano notificando una
emergencia de suciedad, acuden con un todoterreno con sirena, sacan la pala y
recogen la caca. O lo que sea. No vaya ser que una abuela se destozole y se
haga daño. Una maravilla de servicio. Todo un lujo. En Zaragoza dejé de llevar
alpargatas porque siempre que bajas a la calle topas con uno de la limpieza
urbana dándole con la manguera por donde tenías que ir. No falla. Me quedo
apoyado en el palo de la escoba y pienso: La verdad es que España se ha montado
unas infraestructuras de película con los fondos de adhesión de Europa. Todos
sabeís por supuesto que en los últimos 10 años 150.000 millones de €uros han sido transferidos a fondo perdido
a España, para que se ponga al dia y al nivel europeo. Toda obra subvencionada
al 40%. ¡Guay! Como no van a decir los
políticos: “Nos ponemos todo lo que nos pueda hacer falta en los próximos 100
años”. Hablar del 60 % restante que toca pagar era un tabú. Y surgieron
carreteras esplendidas, telecomunicaciones, centros cívicos, lo que haga falta.
¡NO! No ha sido todo derroche, como dicen las malas lenguas. Si, por supuesto
ha habido algunos disparates como el
Fraga Memorial en Santiago de Compostela, aquella Ciudad de la Cultura Gallega
megalómana que no se lo habría ocurrido ni a Buñuel o a Salvador Dalí ní en sus
mejores momentos de surrealismo. O la media docena de aeropuertos a todo lujo,
donde aterrizan como mucho las cigüeñas para anidar en la torre. Oiga, todos
con premios de arquitectura, no faltaba más. Lo que falta, son los aviones y
pasajeros. Pero en general, se ha gastado el dinero en instalaciones al uso y
disfrute de los ciudadanos. Es verdad. He visto centros cívicos en pueblos de
600 habitantes equipados con toda tecnología para que esté presente la cultura:
iluminación para exposiciones, escenario con focos por doquier, sonido y
proyectores para lo que haga falta. Centros de día para ancianos con un
gimnasio para preparar un equipo olímpico para ganar medallas de oro. Piscinas
en pueblos de 300 habitantes para que no pasen calor en verano. ¡No me vengan
con que todo es derroche! Internet hasta en la última pedanía y de libre
acceso. ¡Ay! ¡Qué envidia! hablando de Internet, aquí a 50 km de Frankfurt,
centro banquero de Alemania y de Europa, lo del Interné es un calvario. Esto ya
no es tierra de Heidi, esto es la Africa profunda. Hasta conseguir un servicio
de cierta capacidad de datos para mandar mis notas, me costó la leche. Hasta
ahora no he visto servicios comparables con los de España. Las carreteras comarcales ¡pfff! Creo
que ya lo dije, más parches tienen que el manto de un mendigo. No, para ver
algo que se parezca a España, habrá que viajar hasta Noruega, creo, no he
estado. Pero si no ahí, ¿Dónde? Pero claro, Noruega tiene petróleo y la
principal ocupación del parlamento es- donde invertir el superávit de la
economía nacional. Menudo placer. Pero España no tiene petróleo. ¿o sí? El
petróleo de España es, cómo no, el sol. Inagotable recurso energético y una
ventaja competitiva sin parangón. Pero no dejan explotarlo, no vaya nadie a
pisar los feudos de las grandes compañías energéticas. Si el gobierno de España
tuviese tanta imaginación en la lucha contra la crisis como en ponerle
obstáculos al uso de la energía solar, ya no habría crisis en España, no les
quepa duda. Pero de eso hablaré en otro momento, el tema se merece un capitulo
propio. Además está anocheciendo y aún me
queda un cacho de calle por barrer.
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