Victor Voltio
Notas de un emigrante XXI
Hablando claro
El jueves pasado, Ugo
Bardi, químico italiano y socio del Club de Roma, presentó en Berlín su nuevo
libro: ‘El Planeta desvalijado’. El
libro sigue en la línea de la primera
publicación del Club de Roma en el año 1972, hace ya 41 años con el título ‘Los
límites del crecimiento’. Aquel libro no pretendía otra cosa que dar un
cimiento científico a la sencilla observación que en un sistema cerrado como
nuestro planeta no puede haber un crecimiento eterno sin límites. Es cosa de
matemática básica y del sentido común.
Entonces causó gran revuelo y rápidamente el ‘club de Roma’ quedó
marcado en los medios como un grupo de científicos medio chiflados por mucho
premio Nobel que haya de por medio. Y así hasta hoy. La opinión publicada pasa
de puntillas por el asunto más importante de la humanidad. En el nuevo libro,
Bardi documenta la disponibilidad de las materias primas y su precio de
extracción.
Para dar un ejemplo: si
hace 30 años el contenido de metal en las minas de cobre erase del 10 al 15%,
hoy es del 2 al 3 % o sea, para sacar una tonelada de cobre ya no basta con
extraer 10 toneladas de materia, no, hay que mover de 50 a 60 toneladas de
tierra, con el correspondiente aumento de consumo energético que hace falta
para ello. Bardi da un repaso a todo el sector de minería y pinta un cuadro
realista. Pero que no cunda el pánico. Lo único que hace falta es que la
comunidad humana se prepare y base su
política en realidades y no, como de costumbre, en mentiras. Pero se mira para
otro lado, ni los políticos ni los ciudadanos no quieren saber nada, reina la
estrategia del avestruz. Todos mirando las noticias económicas esperando que la
curva del crecimiento señale aumento. ¡Estamos salvados! ¡Crece la economía!
¡Salimos de la crisis! No, no salimos, la aplazamos y dejamos el legado para la
generación de nuestros hijos y nietos. ¡Que se jodan ellos! Ya se buscarán la
vida. Os voy a regalar un gráfico que muestra la era del petróleo en un eje
temporal un poco más amplio:
Pues se ve claramente,
como la era del petróleo se centra entorno del año 2000, comenzando 100 años
antes y encontrando su fin, ya se verá, en la segunda mitad de este siglo. Se
indican los millones de barril/día extraídos.
En el siguiente gráfico
se ven los descubrimientos de yacimientos petrolíferos en eje temporal:
La línea azul marca la
extradición, las barras grises los pozos descubiertos, las barras negras los
pozos a descubrir, en mil mio barril/año. Los gráfico son del instituto SIPER
de Suiza.
Bien, cada montañero
sabe que antes de subir a una montaña, tiene que pensar como baja después, si
no, lo va a pasar mal. Pues la humanidad se ha subido alegremente al pico del
petróleo como un dominguero al Aneto y ahora está en la cima con cara de gillipollas,
cae la tarde y piensa: ‘Ya bajaré como sea.’ Pero no hay helicóptero de rescate
para bajar de este pico.
No es que se acaben las
materias primas, pero es que cada vez será más cara su extracción. Y urge una
gestión responsable de ellos. A vistas de que los políticos no dan un paso para
resolver el problema, es tarea y obligación de los sufridos ciudadanos de tomar
cartas en el asunto. En España, lo primero es exigir el desbloqueo del aprovechamiento
de la energía solar. Pero el ciudadano de a pie se cree todas las mentiras que
le venden los medios, cierra los ojos y se pone Tele5.
Esta semana también se
acaba de publicar en Alemania un manifiesto de un centenar de científicos y
famosos. Lo llaman el ‘manifiesto generacional’ ya que exige cimentar en la
constitución del país la responsabilidad de la generación en activo para las
condiciones de vida de las generaciones venideras. Exige la elaboración de un
modelo de vida sostenible y con perspectivas para hijos y nietos. Se intentará
convertir el manifiesto en un movimiento popular.
Hablando de la ciencia:
¿Dónde diablos se
ha metido el mundo académico en lo que va de crisis en España?
¿Dónde están los
economistas que desarrollan modelos económicos alternativos a nuestro sistema
basado en la farsa del crecimiento?
¿Dónde están los grupos
de trabajo en derecho para reformar los códigos penales, eliminando trampas e
intentando establecer una normativa que haga lo que dice su nombre: JUSTICIA?
¿Dónde están los
estudios de periodismo que demuestran cómo influyen los grandes grupos de
interés en la opinión publicada? Es muy facilito: analizar los anuncios
publicados y la opinión expresada, con el ejemplo del intento de cierre de
Garoña o la campaña de desacreditación de la energía solar. ¿Será que al final
me tendré que sentar yo en la hemeroteca a contar anuncios?
¿Dónde están los
planteamientos nuevos de pedagogía, para que los jóvenes aprendan las claves
esenciales de la supervivencia de la comunidad humana?
Asusta la triste
ausencia de los estudiantes en todo el embrollo actual. Lo último que se ha
sabido de ellos erase su afición a los macrobotellones. ¿Qué tal quizás un
botellón temático, exigiendo por ejemplo un mínimo de eficiencia energética en
sus propios institutos? Para empezar con algo. O exigiendo nuevas paradigmas
reales en sus materias, si no es pedir mucho. Será que tanto mirar páginas de
vuelos baratos para marcharse no deja tiempo para participar en los cambios
sociales y políticos que urge realizar en el país. O sea, estamos ante un
profesorado conformista y un cuerpo estudiantil abatido, agonizante e
ignorante. ¡Si hasta los jueces han salido a la calle para protestar! Es
desesperante. Al final serán los jubilados que monten la bronca en la calle,
cuando les recorten las pensiones. !Vaya panorama!
Os dejo como caramelo de
despedida un gráfico de la OPEC que indica los BENEFICIOS ANUALES en miles de millones de $ de las grandes
petroleras occidentales:
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