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sábado, 27 de abril de 2013

2 biliones de subvención para la energía convencional



Victor Voltio
Notas de un emigrante XII
¡Sorpresas que da la vida! Sra. Christine Lagarde, la flamante presidenta del FMI, Fondo Monetario Internacional, ameniza la Semana Santa con el reconocimiento que las subvenciones a la energía salen muy caro a las arcas públicas de los países de nuestro globo. Se apoya en un extenso informe de su organismo  y da cifras: al año casi dos billones de dólares o sea, el 8% de los ingresos públicos, del dinero de los contribuyentes a nivel mundial, se gasta en subvencionar el negocio del suministro energético. Ahora diréis: "ya lo sabemos, que la fotovoltaica es muy cara.... ".  ¡PUES NO SEÑOR! ¡No está hablando de las renovables! ¡Ella está hablando de las energías convencionales, el petróleo, el gas, el carbón y la nuclear! Bienvenida a la realidad, Sra. Lagarde. Los que luchamos en pro de las renovables, ya lo sabemos desde hace tiempo. Lo que reciben las renovables es una propina comparado con lo que se endosan las compañías de las energías fósiles. Claro, en la prensa esto se lee de otra manera, las empresas de las renovables no tienen fondos para poner cientos de páginas de anuncios al año, como Endesa o Repsol. La opinión publicada siempre transmite que las renovables tienen la culpa del déficit tarifario, de la crisis y de todos los males que afectan a la felicidad del ciudadano. 1.900.000.000.000$ de dinero público para la energía fósil al año, hay que saborear esa cifra. Sin semejante subvención a las energías convencionales, las renovables les ganarían por goleada en costes. Y aún así, ya está llegando la paridad de red, la "grid parity" para la fotovoltaica... Razón demás para fusilar a todo el sector de la fotovoltaica en España, aunque sea el sector industrial con más enfoque de futuro. ¡No vaya hacer competencia ‘desleal’ a un negocio establecido! Y no sólo le ha tocado a la fotovoltaica. Recordad que la PRIMERA ley que firmó Rajoy era el quite de toda ayuda a todo lo que suene a renovable. Para algo es asesor presidencial de ENDESA el Sr. Aznar, y se gana sus nada despreciables honorarios dirigiendo la política del gobierno hacía los objetivos de sus amos.
En fin, es Semana Santa, también en Alemania. Me despistó la Sra. Lagarde. No hay bombos ni capirotes, los alemanes salen en manadas en busca del sol, Canarias, Grecia, España...  Lo entiendo, que hace un frio que pela aquí. Muchos de los que se quedan, participan en los  'Ostermarsch', una tradición pacifista que viene de lejos, una especie de paseo-manifestación para toda la familia bajo un lema actual, como este año la protesta contra la venta de armas alemanas a quien sea y pidiendo paz para Afganistán, Siria, Mali. Desde los años sesenta se celebra en Semana Santa en muchas ciudades. Los que se quedan en casa, con los rituales de familia. Los padres esconden huevos de chocolate en el jardín, los niños salen el domingo por la mañana con la cestita en la mano a buscarlos con ilusión y, este año, con gorro y bufanda. Luego se ponen morados de comer chocolate. Y si son felices, a comer perdices. Más feliz estaría yo en España. Ya le contaría yo cuatro cositas sobre el 'espíritu aventurero' a la boba esa de Marina del Corral, que parece que se limita a informarse en  la serie 'españoles en el extranjero'. Bueno, espero que algún día empezará la primavera también aquí. Nunca se sabe.

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